“El silencio es el sonido más fuerte”.
En ocasiones, una parte de la pareja empieza exponiendo sus sentimientos, sus emociones, intenta resolver los problemas de la relación. Sin embargo, la otra persona no tiene tiempo, o no escucha, o no le parece importante.
Todo se va posponiendo, primero surge el monólogo de una de las partes, luego continúan las recriminaciones de la misma parte, luego, hasta es posible que se muestre muy enfadada y sigue sin conseguir que cambien las cosas.
Lógicamente, acaba callada, a la otra parte le parece que todo va bien, todo va mejor, puesto que su pareja ya no se queja, ha llegado el silencio. Pero el vaso se va llenando, muchas veces parece que, si no se habla de los problemas, los problemas no existen, y existen, ¡y tanto que existen.
Y de repente, llegan las separaciones, el vaso se ha derramado, ya no vale seguir en esa relación, y la otra parte se sorprende, no entiende qué es lo que ha podido pasar.
De hecho, cuando le preguntan, contesta que parecía que todo iba bien, que era tranquilo, que no había discusiones… Ahí es cuando intenta recuperar a su pareja, pero ya es demasiado tarde.
Mucho cuidado con esa situación, cuida a tu pareja, dialoga con tu pareja, escucha a tu pareja, dedica tiempo a tu pareja, intentad solucionar todas las situaciones juntos porque es posible que, si no haces todas esas cosas, tu pareja elija el silencio y ese es el primer síntoma de que la cosa no va nada bien.
¿Conoces algún caso similar?