Reducimos o incluso eliminamos limitaciones internas permitiendo que aflore nuestra mejor versión y la gran capacidad que llevamos dentro.
Todo ello en un proceso continuo que se desarrolla en reuniones periódicas (sesiones) a lo largo de un lapso temporal previamente acordado. Podemos usar esta técnica para conseguir una meta o una superación de un problema, bien en el ámbito de las relaciones o bien en el ámbito laboral, así enfocaremos el coaching a nuestra persona.
Si queremos mejorar nuestras relaciones de pareja y superar los obstáculos de la vida cotidiana, para ello utilizaremos el coaching de pareja.
Si es la familia la que necesita centrar su mundo de relaciones y afianzar los distintos roles de los miembros que la conforman utilizaremos el coaching de familia.