Lo primero que debemos saber del compromiso es que debemos conocernos muy bien para saber lo que se quiere y necesita de una relación, es el primer paso para descubrir si realmente vamos a ser capaces de hacerlo o de si realmente queremos hacerlo.
Muchas veces, tenemos claro que sí estamos dispuestos a querer comprometernos en una relación de pareja, otras veces, depende del momento de nuestra vida y, en ocasiones, tenemos claro que no queremos comprometernos, en este último caso lo mejor es la sinceridad para no herir a los demás.
Una persona comprometida es una persona que es consciente de lo que requieren ciertas situaciones. En el caso de una pareja, una persona comprometida sabe qué supone estar en una relación de pareja estable, y por ello, reconoce el tipo de responsabilidades y obligaciones que ello conlleva.
Al principio de la relación, lo primero es conocer bien a la otra persona, es la forma de saber si es la persona con la que decidirás tener un proyecto en común. Compartir es algo que define muy bien lo que debería ser una pareja madura y estable, ya que es importante compartir problemas, alegrías, logros, tareas del hogar, crianza y educación de los hijos, familias, toma de decisiones… Por ello, hace falta un gran grado de madurez y de responsabilidad en ambas partes de la relación y una comunicación efectiva constante.
Por ello, una persona madura, honesta, empática, respetuosa, responsable y sincera, tiene muchas cualidades para suponer de ella que es una persona que sabe comprometerse, aunque tal vez no sea contigo.