La necesidad de sentirse escuchado es algo inherente al ser humano, desde muy pequeños ya queremos que nos presten atención, que nos dejen que compartamos nuestras inquietudes, nuestras alegrías, nuestras penas, nuestros proyectos… Si ello no ocurre, empiezan a originarse grandes sentimientos de soledad, por ello, no solo las personas que no tienen a nadie pueden llegar a sentirse solas, también les ocurre a las que están rodeadas de gente.
Para escuchar a una persona con atención hay que hacerlo activamente, es decir, con empatía, centrándote solamente en la persona que te está hablando y dejando que se exprese con total libertad, sin ningún prejuicio por nuestra parte, ello le ayudará a desahogarse, es un maravilloso primer paso para que esté mejor y sienta el alivio que tanta falta le está haciendo. El problema tal vez no desaparezca inmediatamente, pero da esa fuerza que necesita para centrar su mente y poder continuar adelante.
Cuando una persona no se siente escuchada deja de valorarse a sí misma, ello le lleva a que le baje su autoestima, se siente vacía, sola y empieza en un bucle que difícilmente podrá superar, por ello es tan importante saber que escuchar a los demás es tan importante; A tus hijos, A tu pareja; A tu familia; A tus amigos; A tus compañeros de trabajo…
Si crees que no se te da demasiado bien escuchar, te damos unos consejos para que puedas hacerlo con buenos resultados:
- Demuestra preocupación por la otra persona.
- Intenta que haya confianza, de este modo ya se establece una buena conexión.
- No interrumpas a la persona que te está hablando, esto es un error que surge en muchas ocasiones.
- No juzgues en absoluto lo que te está contando, quitándole importancia a lo que te está diciendo o burlándote de lo que a esa persona le preocupa tanto. Simplemente mantén contacto visual y asiente de vez en cuando.
- No te distraigas mientras habla la otra persona.
- Intenta fijarte en sus emociones.
- Repite alguna de las cosas que te está diciendo, como recapitulando, para que la persona que te está hablando sienta que le estás escuchando de verdad.
- Hazle alguna pregunta sobre lo que te cuenta, de modo que la otra persona vea que te interesa lo que te está diciendo y que, además, quiere saber más.
- Intenta controlar la comunicación no verbal sin poner caras extrañas.
- Demuestra sinceridad, empatía y respeto.
- Sé paciente.
Cuando una persona quiere que le escuchen, la mayoría de veces no busca consejo, lo que realmente necesita es verbalizar todo lo que le está ocurriendo y esta, es una forma muy terapéutica de centrar su pensamiento, de sentirse apoyada, de coger fuerza y, tal vez, con ese primer paso, comience a encontrar la solución que está buscando.
“El interés del que escucha estimula la lengua del que habla.”
