En una primera cita, especialmente, hay algo importantísimo que debemos trabajar: La primera impresión. Todo el mundo sabe que eso es de cajón, sin embargo, no todas las personas cuidan y dedican el tiempo necesario a este aspecto de la comunicación. Hay que tener en cuenta que tú transmites información, y la primera información que transmites no es otra que tu primera impresión, por ello, aunque podamos ser repetitivos, hay que hacer hincapié en tres cosas fundamentales a tener en cuenta en una primera cita presencial: La sonrisa, la mirada y la fragancia.
Obviamente, no debes olvidar que debes ir vestido/a para la ocasión, cosa que hemos tratado en posts anteriores, y que, probablemente trataremos en post posteriores, pero en este post queremos explicaros un poco más en profundidad la importancia de trabajar estas tres cosas. Sí, hay que trabajar y mejorar en todo lo que puedas, principalmente lo que hará que la cita comience bien.
LA SONRISA SINCERA.
Una sonrisa sincera, es un poderoso aliado a la hora de llevarse una primera impresión, siempre transmite sensaciones agradables en la percepción de las otras personas y es algo que, si no dominas, tu primera impresión no va a ser la que deseas.
- Aumenta tu atractivo.
- Destensa a la otra persona.
- Denota positividad.
- Refleja confianza.
- Siempre abre puertas a una mejor relación.
- Se contagia. Probablemente si sonríes, te sonreirán y eso hace más agradable una cita.
- Y dice mucho de tu cuidado personal.
LA MIRADA
La mirada, los ojos… Dicen que la cara es el espejo del alma, pero no hay nada mejor para leer el alma que fijarse en la mirada. Hay personas que son un libro abierto y sus expresiones transmiten lo que sienten, casi que no hace falta que hablen, otras personas son más sutiles, pero es difícil que tu lenguaje no verbal a través de la mirada no te delate. Si no escondes nada, no habrá problema, pero si eres una persona insegura, empieza a practicar frente a un espejo porque las inseguridades transmiten desconfianza y, en muchos casos, aburrimiento. Una de las formas de enfrentarte ante tus inseguridades es a través de un espejo y, si deseas mejoras, debes trabajar y analizar tu mirada.
LA FRAGANCIA
Sí, insistimos mucho en este tema, porque a nivel de primeras citas es de vital importancia. Cuando estas conociendo a una persona, las pistas las recibes por todos los sentidos y, el sentido del olfato puede ser muy traicionero. Lo mejor, aunque parezca de cajón, es oler bien. Y cuando decimos bien, queremos decir bien, un olor que transmita pasión, ¿y eso qué quiere decir? Pues que hay que oler o a hombre o a mujer. Esto es algo que está decayendo mucho, pero ¿cuántas veces vas por la calle y te giras por ese olor a colonia que percibes y te llega al tuétano? Sí, encuentra tu fragancia, esa que te hace sentir cómoda/o y que hace que tengas un olor personal característico, que la otra persona va a recordar, y que va a hacer que la cita resulte más agradable para la otra persona.
Pero, ¡cuidado con este consejo! No vale llevar un perfume que tumbe al resto del planeta, no se trata de oler mucho y mucho rato, se trata de oler bien, pero con un olor característico tanto de hombre como de mujer. Si hay que atraer con el olfato, lo mejor es una fragancia fresca que se te pegue al cuerpo, pero que no sea fuerte, si no la encuentras, busca ayuda profesional.
Y un último consejo respecto a la fragancia, lleva siempre encima tu “kit de fragancias”. Un frasco o vaporizador de tu colonia que sea pequeño y manejable, caramelos de menta, fresa o limón que haga que tu aliento se sienta siempre fresco y un pequeño desodorante que te pueda salvar en las “emergencias”, lo importante es que tienes que estar preparado/a en cualquier momento.
Si quieres que la primera impresión sea positiva, vas a tener que trabajarte estos tres aspectos, y eso no se hace ni en un día ni en dos, la práctica y el “ensayo” te llevarán a dominar, en la medida de lo posible, una primera buena impresión, y añadirás a la seguridad en tu persona muchos puntos a favor.
