La leyenda de los amantes de Teruel cuenta la historia de amor entre dos jóvenes turolenses, Isabel de Segura y Juan Martínez de Marcilla (también identificado como Diego de Marcilla).
Cuentan que hubo en Teruel durante el siglo XIII, un rico mercader que tenía una hija muy bella. La muchacha, de nombre Isabel de Segura, y un muchacho pobre pero honrado de nombre Diego de Marcilla, se encontraron un día en el mercado y se enamoraron profundamente. Diego le dijo que quería casarse con ella, ella le dijo que le encantaría hacerlo siempre y cuando su familia estuviera de acuerdo.
Diego era un hombre pobre y sabía que los padres de Isabel nunca aceptarían si él no cambiaba su suerte, por lo que le propuso a su amada que le esperara cinco años. Él partiría en busca de una fortuna para poder conseguir dinero y ser digno de que le concediesen su mano. Isabel, como le amaba tanto, prometió que le esperaría.
El padre de Isabel insistía en que ella se casara y ella mantuvo la promesa que le había hecho a su amado. Pero cuando ya casi había pasado el tiempo prometido, al ver que no tenía noticias de Diego, pensó que habría muerto y cedió a la petición de su padre.
Su padre, como no podía ser de otra manera, le organizó una boda con un rico pretendiente y, ese mismo día Diego regresó.
Y esa misma noche, Diego logró entrar sin ser visto a la recámara en que los esposos dormían, y suavemente despertó a Isabel haciéndole una petición “Bésame, que me muero”, y ella le dijo que no, que estaba casada y que se buscara a otra mujer a quién amar. Diego insistió: “Bésame, que me muero”. Ella se volvió a negar y entonces él cayó muerto.
La joven explicó a su esposo lo sucedido y él decidió ayudarle. Decidieron llevar a Diego a casa de la muchacha. Pero Isabel empezó a pensar cuánto le había querido Diego y decidió besarle antes de que lo enterrasen. Entro en la iglesia y fue directa hacia el cadáver y lo besó tan fuerte que allí murió.
El marido contó todo lo sucedido a las personas que había allí y acordaron enterrarlos en una sepultura juntos para siempre.
Y así terminó la historia de los amantes de Teruel. La cual, desde 1996 se celebra en Teruel, como recordatorio de la tradición, la recreación medieval teatralizada de Las Bodas de Isabel de Segura.
