“Tienes dos opciones… tirar la toalla y renunciar, o usarla para secarte el sudor y seguir adelante.”
En Lazos Valencia estamos acostumbrados a trabajar duro, a trabajar para conseguir nuestros objetivos y ponemos todo nuestro empeño en ayudar a otras personas a conseguirlo. Y no lo hacemos desde la palabrería, lo hacemos desde la experiencia.
En general, las personas estamos acostumbradas a mirar desde la barrera como otras personas consiguen lo que se proponen. No nos paramos a observar el esfuerzo y el trabajo que les ha llevado conseguirlo.
Insistimos e insistiremos en que el primer paso es tener claro lo que deseamos conseguir. Si no tenemos el objetivo claro, difícilmente podemos planificar una estrategia.
Lo siguiente es trabajo y esfuerzo. Hasta conseguirlo. ¿Es fácil? NO. ¿Es un camino corto? NO. Si tienes claro que esas son las condiciones, no va a haber quien te pare. Constancia, perseverancia, paciencia y un buen plan.
¿Y cómo podemos planificar? Pues así, desde la generalidad, con pequeños objetivos que te lleven a la meta. De esta forma podemos celebrar cada paso que demos y cada objetivo que alcancemos.
Un ejemplo perfecto sería una maratón. Si tú quieres correr una maratón de 40 km, suponemos que no coges, te apuntas y te pones a correr. Primero hay que conseguir correr 5 km, luego 10, luego 15, y así sucesivamente hasta 40. Habrá a quién le costará un año y habrá a quién le costará tres. Ahí es donde entra la constancia, la perseverancia y la paciencia. Esforzarse, esforzarse y esforzarse. NO EXISTE OTRO CAMINO.
Y esto vale para todas los propósitos de la vida. Educar a un hijo, encontrar pareja, aprobar una carrera, aprobar una oposición, encontrar trabajo… Piénsalo bien, ¿Cuántas veces te has ESFORZADO AL MÁXIMO y no lo has conseguido?
Si no recuerdas ninguna, ¿realmente piensas que has puesto toda la carne en el asador? ¿Te has esforzado lo suficiente?
Bueno, nuestro consejo es que no dejes de luchar, es como todas las personas consiguen llegar a la cima y además, MANTENERSE.
Pero por si todavía no lo ves claro, por si todavía tienes alguna duda, te animamos a que veas el siguiente video y pienses si realmente no vale la pena luchar por tus sueños.
