“La verdad es que, a menos que lo dejes ir, a menos que te perdones a ti mismo, a menos que perdones la situación, a menos que te des cuenta de que la situación ha terminado, no puedes seguir adelante”. Steve Maraboli.
Está claro que soltar y dejar ir a una pareja produce tristeza, frustración y, en ocasiones, incluso miedo. Sin embargo, debes tener en cuenta que una relación que no funciona, no sé puede alargar en el tiempo. Es imprescindible cerrar esa puerta del todo, soltar el lastre, seguir adelante, y sanar tus heridas.
El primer paso, cuando hay una ruptura de pareja, es ser capaz de dejar ir y pasar el duelo. En caso de no poder, te aconsejamos que acudas a un profesional para no alargar la situación, y para que de este modo puedas recuperar tu fuerza, tú energía y la visión del futuro que te espera que puede ser maravilloso.
Ten en cuenta que las personas evolucionan, y no siempre lo hacen de la misma forma, por ello, llega un momento que esa persona que tú creías conocer, ya no es la misma, al igual que tú. Esta evolución, que en numerosos casos es positiva, en otros, juega en contra de una de las dos partes de la pareja y, en ocasiones, incluso en contra de las dos partes.
Por ello, cuando sientas que eso ocurre, después de haber intentado comunicarte bien con tu pareja, de intentar solucionar cuestiones a lo largo del camino, no te preguntes más, piensa con la razón en lo que realmente es mejor para ti, abre los ojos, afronta la situación, cierra esa puerta del todo y suelta esa mochila que tanto pesa, da miedo, pero es necesario hacerlo aunque sea con miedo. Al final te darás cuenta de que ha valido la pena.
Poco a poco notarás cómo eso que pesaba tanto va perdiendo fuerza, hasta que al final ese peso desaparece, hasta que por fin te sientes libre y liberada/o
“En el proceso de dejar ir, perderás muchas cosas del pasado, pero te encontrarás a ti mismo”. Deepack Chopra