A muchas personas les cuesta mucho saber decir que no y ello, lógicamente, hace que la persona no se sienta bien, por ello, queremos informaros de lo beneficioso que puede llegar a ser para tu vida el poder decir que no:
- Aumentas tu autoestima. Cuando dices que no a ciertas situaciones, se sientes más libre y más seguro/a de ti mismo/a.
- Marcas tus propios límites evitando así que las personas se aprovechen de ti y te manipulen.
- Dejas clara tu posición y, de este modo, es más difícil que surjan malentendidos.
- Liberas tus emociones sin sentirte culpable ni arrepentirte de tus decisiones.
La solución: ¡Ser una persona asertiva!
Es el mejor modo de expresar tus emociones libremente, si alterarte, defendiendo tu posición con respecto a tus gustos, tus intereses o, incluso, tus derechos. Sin perder la compostura, de una forma lo más adecuada posible sin agredir a nadie y, por su puesto, sin dejar que te agredan.
La asertividad es el equilibrio perfecto entre la pasividad y la agresividad. Entre las personas pasivas que nada parece importarles y las agresivas que parece que siempre quieran tener razón y unos modales más que cuestionables, están las personas con una habilidad social importantísima, la asertividad, y transmiten seguridad, educación y madurez, y, por si fuera poco, hace a las personas mucho más atractivas.
De modo que, si quieres añadir otro atractivo a tu persona, intenta trabajar la asertividad.
