En numerosas ocasiones hemos escuchado aquello de: “A mí en el sexo, me gusta que me adivinen el pensamiento”. Olvidaos de ese deseo, no es el camino adecuado para que una relación de pareja funcione.
Siempre se habla de que el amor se construye y, por supuesto, esa es la pura realidad. Hay que tener mucha dedicación, compromiso, confianza y comunicación para que el amor se vaya haciendo fuerte cada día.
Y esto tiene que ser por ambas partes de la pareja, si no estás dispuesto a tratar a tu pareja como merece, a respetarla, a comunicarte con ella, y a resolver los conflictos de una forma constructiva, difícilmente la pareja podrá llegar a hablar de amor.
Con el sexo ocurre lo mismo, en muchas ocasiones las personas no hablan de ello y, es una de los temas de los que hay que hablar con una pareja, de modo que la intimidad sea una parte natural de la misma.
Sin embargo, con mucha frecuencia, las parejas no hablan de su intimidad o lo hablan cuando no hay remedio, y llegado ese punto ya es complicado remontar por ello hay que ir construyendo poco a poco una intimidad sana y satisfactoria.
De modo que insistimos en que hay que hablar de sexo. Está claro que cada caso es diferente, no obstante, hay varias preguntas que podrían ser interesantes a la hora de hablar de intimidad.
¿QUÉ?
¿Qué es lo que te gusta y lo que no? Es una sencilla pregunta, pero en el tema que nos ocupa a algunas personas les resulta confesar lo que les gusta, porque les da vergüenza o lo que no les gusta, por no herir u ofender al otro.
Pues la respuesta a esta pregunta debe ser absolutamente sincera y si lo que haces con tu pareja no es lo que necesitas , házselo saber, porque vais a conseguir estar en armonía y disfrutar los dos por igual.
¿CÓMO?
Bueno, sin entrar en detalles, cada persona tiene una forma diferente de hacer las cosas que pueden gustar en general, sin embargo, la forma en la que lo hace tu pareja tal vez no es como a ti te gusta.
Coméntaselo, dile cómo te gusta, deja que aprenda a conocer esa faceta de ti. De otro modo, no disfrutarás de la relación y, probablemente, la otra persona más tarde o más temprano lo notará.
Piensa que lo que puede ser un sencillo y simple beso, puede hacer ya que tu pareja no disfrute de la intimidad. Sin embargo, si os dais un beso acorde al gusto de los dos, pueden saltar chispas. Pero, si no es así, es algo que se puede solucionar comentándolo, de hecho, no a todo el mundo les gusta que les besen igual y es un “problema” que tiene muy fácil solución.
Y esto tan solo es un sencillo ejemplo de todos los casos que podrían surgir.
Hablar y practicar es la mejor forma de construir una sexualidad gratificante y placentera, además de una forma de que la relación crezca y evolucione del mismo modo.
ACEPTACIÓN Y EMPATÍA
Hay que tener en cuenta que en una pareja habrá cosas que a uno le guste y a otro no y viceversa. Por ello, en cuanto a la intimidad debe haber respeto, empatía, comunicación, negociación y comprensión. Sed creativos, habladlo, aceptadlo y buscad opciones, que las hay, y muchas.
De esta forma es como se construye el sexo al igual que el amor, y cuando eso ocurre, todo se desarrolla de una forma maravillosa.