-
Tiempo, energía y afecto.
-
Confianza. Es la única forma de sentirse seguro en una relación y que la misma avance.
-
Responsabilidad en cuanto el deseo de que ambas partes de la pareja piensen en el bienestar común.
-
Por supuesto, la lealtad y la fidelidad, ya que son una parte fundamental del compromiso.
-
Estar dispuesto a estar y dedicar tiempo juntos, priorizando a la pareja, resolver conflictos y evolucionar conjuntamente.
-
El crecimiento de las partes de la pareja, al igual que el crecimiento de la pareja en sí, apoyándose cada uno en el otro y aunando fuerzas para trabajar juntos en el crecimiento como pareja.
-
Ambas partes de la pareja deben estar dispuestos a escuchar, empatizar, comprender y apoyar al otro, en cualquier momento, sobre todo en los momentos difíciles.
-
Construir un futuro juntos, tomar decisiones sobre la pareja, la familia, las metas personales y las metas compartidas.
El compromiso trata, no sólo de estar juntos, además debe haber un deseo de construir una relación fuerte y alargarla en el tiempo. Para ello, las partes de la pareja deben estar dispuestas a que su actitud, valores, decisiones y acciones demuestren esa responsabilidad.
Para que ese compromiso prospere hay que tener ser consciente de lo que ello implica:
En definitiva, el compromiso en una relación de pareja es un pacto emocional, un acuerdo mutuo de dos personas que desean mantener una relación estable, duradera y sana. Y ello involucra a ambas partes de la pareja a mantener ciertas responsabilidades emocionales, físicas y mentales, con el objetivo de que la relación crezca y sea próspera.