“Quiérete a ti mismo y todo lo demás cae en orden”. L. Ball
Mírate al espejo, ¿qué es lo que ves?
No, no bajes la mirada, fíjala en tus ojos y luego sonríe, fija tú mirada en tu sonrisa…
¿De verdad no ves a una persona maravillosa a la que probablemente han herido en algún momento de su vida?
¿Pero y si te fijas en todo lo que has superado y has conseguido por ti misma/o?
¿Y si te hablas con el mismo amor con el que le hablas a las personas a las que amas?
¿Y si te miras por dentro y te das cuenta de todo lo que aportas a tu vida y a la vida de los demás?
¿Y si te das cuenta de que cada persona tiene un ritmo y el tuyo es el apropiado para ti?
¿Y si eres consciente de que compararte con los demás no te aporta nada y con quién deberías compararte es contigo misma/o hace un año? Seguro que has crecido en muchos aspectos.
¿Y si te dedicas a celebrar cada uno de tus éxitos en vez de machacarte con los objetivos que todavía no has cumplido?
¿Y si dejas que el miedo te paralice lo uses de trampolín?
No dejes que tus pensamientos negativos te dirijan la vida y acostúmbrate a tirarlos a la basura, y sustitúyelos por pensamientos realistas, que te dejen actuar y te dejen ser la maravillosa persona que eres. Ello te ayudará a aprender y a crecer en el camino.
Haz este ejercicio todos los días durante un largo período de tiempo, notarás el cambio.
