A lo largo de una relación de pareja estable y duradera surgen una serie de circunstancias a las que, probablemente, se tendrán que enfrentar alguna vez ambas partes de la misma, por ello consideramos que es importante tenerlas en cuenta para que todo sea más fácil de llevar, haya más acercamiento y perdure más la relación.
1. Mala comunicación o nula. Este es uno de los grandes problemas que hay resolver lo antes posible, ya que una de las bases más potentes de una relación es mantener una comunicación abierta y efectiva.
2. Falta de interés por el otro. Si no hablas con tu pareja de cómo está, de qué es lo que siente, de qué necesita, de en qué le puedes ayudar o apoyar, entre otras cosas, lo más probable es que sienta falta de interés y con ello la pareja se puede ir distanciando hasta que no haya punto de retorno.
3. Celos. Es un problema que si no se trata puede llegar a ser muy problemático, hasta el punto de que la relación sea un infierno y que sea lo más conveniente salir de ella. No obstante, si se reconoce el problema y se aborda entre ambos miembros de la pareja, pueden llegar a resolver los conflictos, aunque en algunos casos sea necesario el acompañamiento de un profesional.
4. Crianza de los hijos. Un hijo supone un gran acontecimiento, pero también un gran cambio en la rutina de la pareja. Puede haber agotamiento físico, cambios emocionales, falta de comunicación, falta de apoyo mutuo, falta de tiempo para cuidarse uno mismo e, incluso, a descuidar al tiempo de pareja y desgaste de la intimidad. No todas las parejas pasan por esas situaciones, sin embargo, en muchos casos, las prioridades cambian y no existe un buen ajuste en la pareja. Lo óptimo en estos casos es reconocer que ha habido cambios, pero que se pueden llevar bien, si hay apoyo y comprensión mutua, si se habla abiertamente de lo que la persona que necesita, y que se sienta atendida. Pero, lo más importante es que, la relación de pareja se debe seguir cuidando, por tanto, hay que buscar tiempo para cuidarse uno/a mismo/a, tiempo para estar en pareja y tiempo para mantener una sana intimidad.
5. Descuido de responsabilidades. Está claro que cuando un hijo llega a la familia se multiplican las responsabilidades, por ello es indispensable tratar este tema con empatía por ambas partes y no dejar que el mayor peso de las responsabilidades caiga sólo sobre una de las partes de la pareja. Si se habla y os organizáis, siempre habrá un buen ambiente, en caso contrario, las discusiones se llevarán a cabo, prácticamente, a diario.
6. Familia de ambas partes. Este es un tema muy delicado, pero no por ello hay que dejar de hablar sobre ello. Lo mejor es establecer unos límites que hagan que ambas partes se sientan satisfechas, es decir, una especie de negociación para que todo se desarrolle con normalidad y sin necesidad de discutir. Es mejor hablarlo y llegar a acuerdos desde la empatía y la comprensión por ambas partes.
7. Problemas en las relaciones sexuales. Siempre que una de las partes no se sienta a gusto con respecto a las relaciones íntimas, debe comunicárselo a su pareja. Qué es lo que le molesta, o qué se puede mejorar o tantas cosas que se pueden dar en estos casos. Si te fijas, para solucionar la mayoría de problemas de pareja se empiezan a solucionar cuando hay una buena comunicación y, a partir de ahí, se puede empezar a trabajar en las soluciones.
8. Falta de tiempo juntos. En esta sociedad de la inmediatez, cada vez es más difícil poner el foco en las personas, pues bien, es necesario tener la prioridad de estar con tu pareja y hacer planes juntos. De otro modo se va perdiendo la ilusión, la comunicación, y se va ganando en la falta de interés por el otro y en el descuido de las responsabilidades, por ejemplo. Por ello, es tan importante dedicar tiempo para hablar, hacer planes, buscar momentos de intimidad… Todas esas cosas que hacen que la pareja evolucione y se desarrolle en común.
9. Distanciamiento de un proyecto común. En muchos casos, las parejas dejan de caminar juntas, dejan de evolucionar juntas, dejan de ver el futuro de la misma forma, y ahí empieza el distanciamiento del proyecto en común. Cada uno va por su lado hasta que la pareja se rompe, por eso es tan importante estar en sintonía e iros conociendo tanto a vosotros mismos, como a vuestra pareja y, sobre todo, cómo se van desarrollando vuestros proyectos de vida.
El amor en una pareja es imprescindible, sin embargo, sin una buena comunicación, si hay falta de compromiso, de ilusión por mantener un proyecto en común, y sin saber gestionar los conflictos, es muy difícil que una pareja se mantenga en el tiempo y sea equilibrada y feliz.